lunes, 3 de diciembre de 2007

Cuando Sea Vieja

La edad trae una etapa en la vida que no siempre es fácil de llevar, y donde tenemos que ser más comprensible que nunca. El día que esté vieja y ya no sea la misma, ten paciencia y compréndeme.
Cuando derrame comida sobre mi blusa y olvide como atar mis zapatos, recuerda las horas que pase enseñándote a hacer las mismas cosas.

Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras que sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos. Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te avergüences y compréndeme que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niño te ayude y estuve paciente a tu lado esperando lo que estabas haciendo. No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. Recuerda todos los momentos que te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte mas agradable tu aseo. Acéptame y perdóname. Ya que soy la niña ahora.
Cundo me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu risa burlona. Acuérdate que yo fui quien te enseño tantas cosas. Comer, vestirte y tu educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.
Cuando en algún tiempo cuando estemos conversando y llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde, y si no puedo hacerlo no te burles de mi; tal vez no era importante lo que hablaba en ese momento. Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. Sé cuanto puedo y cuanto no debo. También comprende que con el tiempo ya no tengo dientes para morder, ni gustos para sentir.


Cuando me fallen mis piernas por estar cansadas de andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando comenzaste a andar con tus débiles piernas. Por Ultimo cuando me oigas decir que ya no quiero vivir y solo quiero morir, no te enfades. Algún día comprenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame. Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo, y eso no es vivir. Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer. Piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo. No te sientas triste o impotente por verme como me ves, dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice yo cuando empezaste a vivir. De la misma manera como te acompañado en tu sendero te ruego que me acompañes a terminar el mió. Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.
Con mucho Amor tu Querida Vieja.


2 comentarios:

  1. eso se inculca desde la infancia el respeto hacia los mayores y su experiencia en la vida
    oye te dije q te quiero mucho mi vida???
    jajaj te quiero mi amor cuidate mucho te dejo mil besos
    te quiero



    agarron!!!______________________________-

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  2. No quiero ser vieja!, incluso, a veces me vuelve esa loca idea de suicidarme a los 40 xD, no.
    Te quiero imbécila...

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